El Roble Tumbao.Ucieda (Ruente)

Bujilices, Monte Río Los Vados. Parque Natural Saja-Besaya

  • ESPECIE

    Quercus robur

  • ALTURA

    25  metros

  • EDAD

    250 años aprox.

Localización

Historia, leyenda y curiosidades

A finales del S.XIX en una intricada zona del Monte Río Los Vados, solo conocida por leñadores y pastores, se elevaba un gran ejemplar de “cajiga” (en Cantabria roble común). Doblado por el peso de la nieve en sus ramas no pudo resistir ese viento del sur que aquel día de invierno sopló con especial virulencia, y cayó con toda su grandeza al suelo del bosque…pero esto no fue su final. Con la mitad de sus raíces aún bien arraigadas al terreno, el roble se fue recuperando, y a partir de las ramas que no se quebraron en su caída, fue creciendo de nuevo buscando la indispensable luz. Cuatro de sus ramas destacaron sobre las demás convirtiéndose en arboles “sin raíz”, en árboles que se formaron a partir del árbol caído y que hoy día podemos contemplar como un monumento natural.
Hoy en día es un curioso ejemplar de roble de grandes dimensiones caído, cuya copa se ha orientado de forma vertical, formando un “árbol”. El roble, caído, sirve de base o es donde se sustentan los cuatro “ejemplares” o ramas, que parecen árboles. La sanidad de los rebrotes es muy buena y su aspecto imponente y mágico.

Importancia del árbol y motivo de la presentación al concurso

No se conocen referencias a este árbol hasta que en los años 70 se construye la pista forestal que hoy día sale de Casa del Monte (Ucieda) y sube hasta la Braña del Moral. Veinte años más tarde y con vista a la creación del Parque Natural Saja-Besaya (Declarado en 1988), se acondiciona el sendero de “Los Puentes” como ruta de este espacio natural y es entonces cuando un guarda forestal “descubre” el “Roble Tumbao”. El mismo hace las gestiones pertinentes para incluirlo en el Inventario Abierto de Árboles Singulares de Cantabria (orden 28 mayo de 1986), donde hoy figura con el número 30.
Actualmente la ruta de Los Puentes es la más transitada del P.N. Saja-Besaya, y si bien hay que desviarse unos 50m. de la misma para llegar al Roble Tumbao. Es una parada obligada para todos los senderistas, ya que el árbol es imponente y espectacular, por lo que no deja a nadie indiferente. Éste presenta unos claros síntomas del mal comportamiento de muchos visitantes. Un manto de musgo con arándanos y helechos tapizaba toda la parte superior del tronco caído, donde habían enraizado un arraclán y un acebo. Hoy día los dos arbustos están medio arrancados y el musgo se limita a crecer allí donde no es pisoteado por toda la gente que se sube al árbol con el fin de fotografiarse encima.
Queremos presentar éste árbol singular como candidato a Árbol Europeo del Año para dar a conocer la singularidad del mismo, su batalla ganada a la muerte, la supervivencia de la naturaleza y la fragilidad y complejidad de la misma. Además, el delicado estado de conservación hace necesario conseguir concienciar a la gente de que este ejemplar merece ser contemplado con respeto, cumpliendo unas sencillas normas para frenar la degradación a la que actualmente se ve sometido.